Alcaldes y ciudades inteligentes, mejor la práctica que la teoría

Recientemente fui invitado a dar una charla en el Congreso mundial de ciudades inteligentes, en Barcelona, un concepto que se ha venido abriendo paso en las últimas décadas y está basado en la forma cómo la innovación y la tecnología comparten una misma visión para buscar ciudades sostenibles y eficientes.

Si bien es cierto que esta es la definición formal que proviene de estudiosos y eruditos en el tema, la pregunta y el reto en nuestro país es de qué manera este concepto que busca una mejor calidad de vida para los ciudadanos lo aterrizamos en nuestro medio. 

Las ciudades colombianas se encuentran en una encrucijada de transformación, donde los entornos urbanos deben evolucionar de nuevas maneras para enfrentar los desafíos y dar rápida respuesta a lo que los ciudadanos expresaron en encuestas antes de las pasadas elecciones para mandatarios locales: cómo mejorar la seguridad urbana, cómo mejorar la movilidad de la ciudades y cómo tener accesibilidad a los servicios públicos, incluyendo ahora el internet que se ha convertido en la columna vertebral de la comunicación. 

Desarrollar ciudades inteligentes debe representar una ambición colectiva de alcaldes y gobernadores en beneficio de sus electores y ciudadanos.

Pero, ¿por dónde comenzar? El corazón de una ciudad Inteligente recae en utilizar herramientas de tecnología, las cuales, algunas de ellas, ya están al alcance de los nuevos mandatarios y permítanme darles dos ejemplos de fácil e inmediata aplicación, pero especialmente que impactan positivamente en la calidad de vida de los ciudadanos.

El primero es el uso de drones para que en tiempo real se den soluciones a problemas de tráfico que es lo que aumenta el stress de los ciudadanos. La FIA (Federación Internacional del Automóvil), que es mucho más que la adrenalina de los deportes a motor, ha desarrollado un programa en vías a través del cual se ubican las situaciones que afectan la movilidad para dar una solución inmediata, que es lo que quiere un ciudadano en sus desplazamientos, en especial en horas pico. 

Lo que exige de las autoridades de tránsito es que solucionen en el menor tiempo posible lo que genera un trancón: un pequeño choque, un semáforo que no sirven un vehículo parqueado haciendo entregas en vías congestionadas, etc. El programa de la FIA para ciudades inteligentes es sin lugar a dudas una herramienta que ayuda a que la tecnología facilite a una mejor movilidad en tiempo real.

Una segunda herramienta para las ciudades inteligentes, es el de las cámaras que se han convertido en los ojos de las ciudades y que hoy cobran cada vez más importancia para ser herramientas de vigilancia, protección y prevención de delitos. Pero su servicio no se limita a esto; estas cada vez recogen una valiosa información como son los flujos de usuarios de las vias, momentos “picos”, asi que su potencial contribuye a ciudades cada vez más inteligentes, seguras y eficientes para el desarrollo urbano. 

En Colombia vemos que no hay una coordinación entre éstas, ya que unas, ubicadas en edificios, casas, locales comerciales que pertenecen a privados no han desarrollado un ecosistema con las públicas y en consecuencia cada cual va por su lado. Lo que deben hacer los nuevos alcaldes ahora la tecnología lo permite muy fácilmente, es confluir los softwares de unas y otras para lograr una mejor cobertura y una unidad que ofrezca más control, más información y redunde en una mejor calidad de vida. Todas las cámaras en conjunto serán la mejor herramienta de sontrol en las calles.

En fin, señores alcaldes, la implementación del concepto de ciudades inteligentes puede ser tan teórica o práctica como ustedes deseen, y sin lugar a dudas hay inmensas posibilidades de aplicar fácilmente tecnología para mejorar la calidad de vida de sus electores y ciudadanos. 

Para más información me pueden escribir al correo alfredo.albornoz@acc.com.co