Confunde y reinarás

Hace unos meses se anunció la pelea de boxeo entre Ryan Garcia y Devin Haney -los dos estadounidenses- que se llevó a cabo el pasado sábado 20 de abril.
Mario Suárez

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La pelea no prometía mucho en términos de espectáculo, pues Devin Haney, varias veces campeón en distintas categorías, ha sido muy criticado por su estilo de boxeo y acusado según la afición de contar siempre con la ayuda de los árbitros. 

Por el otro lado, Ryan Garcia, de 25 años, es un boxeador que en lo deportivo se ha destacado por su velocidad y su “gancho de izquierda”, aunque también criticado por deficiencias en su defensa.

Así de entrada, este espectáculo no contaba con los pergaminos suficientes para ser un súper evento que llamara la atención del mundo boxístico y del estáculo en general, razón por la cual tuvieron que acudir a una forma inusual, muy controvertida y criticada pero efectiva para hacer que la pelea fuera un espectáculo real y por lo tanto, diera resultados para los empresarios que decidieron apostarle a estos dos peleadores. Aquí la historia.

García, que es muy exitoso en redes sociales gracias a su juventud, su cara de niño bonito de rasgos latinos y especialmente por fanfarronear con el dinero y la fama que gana por su profesión, cuenta con grandes números de seguidores e interacciones, lo que se convierte en el caldo de cultivo perfecto para llamar la atención de cualquier tema.

Hace un par de meses, Garcia en medio de la preparación para la pelea del pasado sábado, un día en sus redes sociales dijo que había sido llevado por “la élite” a un ritual en el que además de cosas extravagantes y extrañas, sacrificaban niños, asesinaban personas y hacían pactos con el mismísimo demonio. Todo esto en medio de un ambiente de ritual satánico y con personas muy famosas y muy poderosas. 

Además de este relato, también dijo que no podía decir nada más y que temía por su vida y su integridad por no haber aceptado ser parte de todo eso y ahora estarlos delatando ante todo el mundo.

Posterior al mensaje, desapareció tres días de sus redes sociales y luego volvió esta vez diciendo que le habían pasado cosas extrañas, pero que realmente él no estaba muy bien mentalmente, que estaba estresado y que incluso estaba pasando por episodios de ataques de pánico y depresión.

Por supuesto esto último, no solo llamó la atención de los seguidores del boxeo, sino también de todos aquellos que aman las historias de conspiración, los que aseguran que el demonio está detrás patrocinando a los famosos y que este mundo está regido por fuerzas oscuras y personas con mucho poder que han adquirido gracias a hacer pactos oscuros.

La reacción de los espectadores no se hizo esperar. Muchos aseguraban que “por haberlos delatado”, la élite había desaparecido a Ryan Garcia y había puesto un doble de reemplazo, pues el que apareció después de tres días, era otro según ellos. Decían que tenía características en su rostro distintas, que en sus videos entrenando se notaba la diferencia en el estilo como boxeaba, que hablaba diferente y que hasta una paloma que apareció en segundo plano en uno de sus videos, tenía que ver con “la verdad oculta”.

Mientras tanto, la atención en el combate aumentaba y Ryan Garcia continuaba preparandose para la pelea, seguía posteando y transmitiendo videos en vivo donde mostraba una vida de excesos, consumiendo alcohol y diciendo muchas veces cosas sin mayor lógica, lo cual aumentaba los rumores.

Por otro lado, la opinión más “científica / deportiva” y menos especulativa al respecto, dictaminaba que Ryan Garcia estaba sufriendo de alguna enfermedad psiquiátrica. Varias personalidades del mundo del boxeo se pronunciaron sobre esta posibilidad y hasta recomendaban revisar postponer la pelea o cancelarla, pues el deportista visiblemente no estaba bien.

Con todo esto, el evento se vendió muy bien, logró el número de patrocinadores y la atención que necesitaba en medio de una gran cantidad de rumores, especulación y aún más expectativa. Ver a Garcia subirse a la báscula en el pesaje con una cerveza y tomársela toda de un solo aventón después del anuncio del peso correcto, solo dió aún más de qué hablar.

Como también en la entrevista previa al combate, escucharlo hacer ruidos sin sentido al estilo de Matthew Mcconaughey en El lobo de Wall Sttreet hizo que su contrincante hasta cuestionara la seriedad del boxeador y si realmente se estaría tomando la pelea en serio.

Saltaron al cuadrilátero y Garcia sorprendió. Ganó y fue una increíble exhibición de boxeo lo que mostró. Golpeó como nunca y mostró una gran mejoría en su defensa y por lo tanto, una gran preparación. Mandó tres veces al piso a un Devin Hanei que no solo se sorprendió del nivel de su rival, pues nadie lo esperaba, sino que también recibió tal nivel de golpiza que le dió la razón a sus críticos.

Después de la pelea, con la victoria en su palmarés, muchos varios millones de dólares en sus bolsillos y toda la atención del mundo del boxeo y del entretenimiento, Garcia dijo: ¿Ustedes realmente se creyeron todo esto? y confesó que entre otras cosas, lo que había en la botella de cerveza que había tomado el día anterior en el pesaje, era realmente jugo de manzana.

Indudablemente capturó la atención y salvó el evento. ¿Pero le alcanzará para crear una marca consistente y seguir vivo en el mundo del boxeo y por lo tanto del entretenimiento aún después de haber dejado la sensación de haber engañado a muchos?