¿Demanda activa en el mercado de energía?

Me planteo si la política pública y la regulación están actuando con la agilidad necesaria para enfrentar los desafíos del sistema eléctrico y la transición energética.
Cristina Camilo González, CEO CCG Consultoría e ingeniería

Cristian Camilo González Correa

CEO CCG Consultoría e ingeniería

Desde el pasado 8 de mayo, entró en vigor la regulación CREG 101 043 de 2024, que permite la participación activa de la demanda (grandes consumidores) en la bolsa de energía. Esta resolución permite a la demanda reducir su consumo de energía a cambio de una contraprestación monetaria. La implementación de esta resolución se llevará a cabo en dos etapas: la primera con ofertas semanales y resolución diaria, y la segunda con ofertas diarias y resolución horaria. Pero, ¿qué significa esto y qué impacto tiene?

Hace un mes, el 18 de abril, el país estaba en alerta debido al temor de un racionamiento de energía causado por el Fenómeno del Niño, que tendría consecuencias negativas para el PIB y la economía en general. En ese momento, los embalses del país estaban en su mínimo histórico (28.56%), las plantas térmicas operaban a máxima capacidad y se limitaba la exportación de energía a Ecuador. A pesar de los esfuerzos para que los usuarios redujeran su consumo y mitigaran el problema, la falta de incentivos reales dificultaba la flexibilidad.

Desde la implementación de esta resolución, se han realizado dos asignaciones de reducción de consumo. La primera asignación cerró en 4.45 GWh/semana (del 13 al 19 de mayo), y la segunda asignación cerró en 4.75 GWh/semana (del 20 al 26 de mayo). Para contextualizar esto en el mercado de energía de Colombia, la demanda promedio semanal de energía durante el último año fue de 1534 GWh/semana. En otras palabras, la implementación de esta resolución ha logrado reducir el consumo en aproximadamente un 0.3%, lo que equivale al consumo de unos 27,750 hogares en un mes (con un promedio de 200 kWh/mes por hogar).

Aunque considero que estos resultados en un período tan corto son gratificantes, me planteo si la política pública y la regulación están actuando con la agilidad necesaria para enfrentar los desafíos del sistema eléctrico y la transición energética. Mi objetivo en esta columna es resaltar la importancia del “timing”, es decir, desarrollar acciones, actividades y tareas en el momento indicado. Celebro la resolución que empodera a parte de la demanda, pero también creo que la regulación debe ser oportuna. 

Si el Fenómeno del Niño se hubiera prolongado unos días más y la demanda hubiera permanecido inflexible, esa reducción del 0.3% habría sido insuficiente y el escenario podría haber sido diferente. Para concluir, creo desde ahora se debe discutir cómo extender este empoderamiento y hacer partícipes a los pequeños usuarios (que representan cerca del 70% de la demanda) para ser más flexibles y resilientes ante momentos críticos.