Despertar la consciencia no es un tema “new age”

¿Por qué en el ámbito personal hablamos de un ‘despertar de consciencia’ o ‘consciencia en el interior’, pero no lo aplicamos para la vida profesional? ¿Por qué en el trabajo, hablar de consciencia tiene restricciones, desde puntos de vista conceptuales?
Alejandra Parra, fundadora de Jappymind

Alejandra Parra

Fundadora de Jappymind

Desde hace varios años, he dedicado mi vida profesional a enseñar meditación en organizaciones. Antes del 2020, en las reuniones donde presentaba mis servicios, muchas personas me cerraron las puertas con los mismos argumentos: "La meditación y el trabajo no son compatibles." "Hablar de consciencia es un tema del New Age y de esoterismo, que no impacta a nivel laboral." Y así, muchas otras frases similares.

No me sorprende que hoy, después de cuatro años desde aquella pandemia, que además trajo tantas afectaciones a nivel de salud mental, cada vez más organizaciones y líderes busquen espacios para la reflexión, el desarrollo personal, la gestión emocional, e incluso la meditación en sí misma. Pero, para poner la cereza a ese pastel de importancia de autocuidado físico, mental y emocional, falta un ingrediente fundamental: abordar el concepto de despertar de consciencia dentro del entorno laboral, sin tantos tabúes y tantos mitos alrededor. 

Esto, sin duda, no es una crítica a los líderes y equipos que temen expandir su visión hacia nuevos horizontes para apoyar a sus colaboradores en temas de desarrollo personal. El objetivo de estas palabras es ofrecer una perspectiva diferente para comprender que el despertar de consciencia no es un tema esotérico, ‘nueva era’,  ni religioso. El despertar de consciencia abarca el autoconocimiento, la atención plena, el desarrollo emocional e incluso espiritual, así como la empatía, la compasión y la transformación personal, que, llevada al mundo laboral, mejora en la toma de decisiones, la creatividad y la cohesión del equipo, entre muchos temas más.

Entonces, ¿por qué en el entorno laboral, es preferible abordar con ‘pinzas’ el concepto de consciencia y profundidad de conexión interior? ¿Por qué toca cambiar conceptos desde el ‘ser’ y el ‘alma’, para que los conceptos sean más corporativo y ‘comprobable’ y menos esotérico? 

El despertar de consciencia no es más que entender la importancia de trabajar en nuestro autoconocimiento y profundizar en nuestro ser para comprender nuestro propósito y camino en la vida. Los seres humanos somos energía y somos focos emocionales, físicos y mentales, y no podemos separar estos aspectos de nuestra vida laboral. Cada escenario en el que nos desenvolvemos forma parte de nuestra identidad; no somos personas diferentes en casa y en el trabajo, sino que simplemente nos adaptamos a distintos ámbitos. 

Por lo tanto, si buscamos crecer y desarrollarnos a nivel personal, de manera consciente, no debemos temer hablar y mostrar nuestra verdadera versión en el entorno laboral. Promover una cultura de trabajo donde uno de los pilares sea el despertar consciente de nuestras capacidades, como la comunicación consciente, el trabajo consciente, la atención plena y el autoconocimiento, puede enriquecer tanto a los individuos como a las organizaciones.

Esta es una invitación a dejar de ocultar y encubrir conceptos alineados al despertar de consciencia en el entorno laboral. Hablemos con nombres propios y con claridad y transparencia. Está bien en una reunión hablar de la mirada hacia el interior para poder resolver un conflicto; está bien hoy en día, preguntar desde el autoconocimiento si cada persona está cumpliendo su propósito como ser humanos en su lugar de trabajo; es sano tener conversaciones desde el amor y con amor, aunque sea en el entorno corporativo. 

Es fundamental recordarnos el poder de la respiración, de las pausas para hablar, de entender que la empatía y la gratitud son lo más importante en el día a día, y que esto, no es un tema de “superación personal” o de “nueva era”; esto es un tema de responsabilidad emocional y mental para tener ambientes de trabajo más seguros, sanos, equilibrados y sostenibles en el tiempo.