El crecimiento imparable del mercado global de pagos en tiempo real

El mercado global de pagos en tiempo real está en pleno crecimiento, y América Latina se está posicionando como una de las regiones más dinámicas en esta revolución, donde el uso de pagos electrónicos ya superó al efectivo, con un importante aumento en la adopción de tarjetas de débito, crédito y billeteras digitales (Ipsos, 2024). Este cambio es una oportunidad única para un ecosistema digital que evoluciona rápidamente en forma rentable y sustentable.

En este contexto, la tecnología QR y el pago contactless impulsan la masificación de los medios de pago. La simplicidad del QR y su potencia como solución aceleran la revolución dentro de la cadena de valor financiera impactando de forma exponencial, y como un efecto cascada, en todas las cadenas de valor B2C y B2B. Es un ejemplo claro de cómo las innovaciones tecnológicas pueden transformar la vida cotidiana, haciendo que el acceso a los medios de pago sea más inclusivo y eficiente.

Retailers mexicanos como Elektra y Coppel ya están ofreciendo soluciones de pago y crédito innovadoras que están cambiando el panorama. De manera similar, en muchos países de África, modelos como Mpesa permiten que mercados más inmaduros o rezagados den saltos cuánticos en la adopción digital, incluyendo a los “no consumers” digitales en la economía gracias a la oferta de este tipo de soluciones tan innovadoras como inclusivas.

Así mismo, México, Colombia y Brasil están liderando el cambio gracias a la implementación de sistemas como CoDi, Transfiya y PIX que, de acuerdo con los datos aportados por Statista (2024) este último sistema ya fue adoptado por más de 130 millones de personas.

Por su parte, el uso de tarjetas de crédito y débito creció en los últimos cuatro años en países como Brasil, México, Colombia, Argentina, Chile y Perú, gracias a su conveniencia e inmediatez, en tanto que las billeteras digitales también están ganando terreno, especialmente en Argentina y Perú, debido a su simplicidad y rapidez, lo que impulsa su adopción.

Esta tendencia tiene mucho que ver con la evolución del consumidor digital que busca rapidez y seguridad en sus transacciones, y esperan que los comerciantes y las plataformas les proporcionen experiencias sin fricciones. En este sentido, los pagos en tiempo real son una respuesta directa a estas expectativas crecientes.

Hay que destacar, además, que la evolución hacia un ecosistema de pagos digitales trae consigo la necesidad de profesionalizar talento especializado al nivel de la Fórmula 1, es decir, simplificando los procesos más complejos. 

Notaremos que cada vez va a ser más crítico el desafío de ser rentable y sustentable, por lo que el trabajo entre equipos de diferentes áreas y empresas será un must, especialmente cuando se enfoca en los cuatro pilares del comercio colaborativo: acceso o búsqueda, pagos, fullfilment y logística, ya sea a través de infraestructura propia o de terceros, con un customer engagement único hiperpersonalizado a través de AI generativa y aumentada.

El rol de las alianzas público-privadas

El desarrollo de la infraestructura para pagos en tiempo real cuenta con la colaboración estrecha entre el sector público y privado, lo que representa un gran impulso para iniciativas como CoDi en México que hoy es un componente clave para la digitalización de la economía. Estas alianzas son fundamentales a la hora de establecer una infraestructura segura y eficiente, y de educar al consumidor reduciendo las barreras de adopción. 

Por su parte, la experiencia de Brasil con PIX demuestra cómo la implementación de una solución regulada por el estado puede tener un impacto masivo en la economía. Esto demuestra que los gobiernos y las empresas deben trabajar juntos para garantizar que las ventajas de los pagos en tiempo real lleguen a todos los segmentos de la población, especialmente a los más vulnerables.

Sin embargo, el potencial del mercado de pagos en tiempo real no se limita a las fronteras nacionales. En la medida en que el comercio transfronterizo continúa en aumento, la capacidad de realizar pagos instantáneos entre países se convierte en una gran ventaja. 

La interoperabilidad entre los sistemas de pago nacionales y la colaboración entre las diferentes plataformas son fundamentales para consolidar un mercado global integrado y eficiente. De hecho, se espera que el valor de las transacciones en tiempo real alcance los 27 billones de dólares en 2026, impulsado por la demanda de soluciones de pago más rápidas y seguras (Juniper Research).

No puedo dejar de mencionar, además, que la participación de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) en los procesos de pago también está relacionada con su evolución, ya que permite la optimización de procesos y mejoras en la seguridad en las transacciones. Según un informe de Gartner, se prevé que la IA y la transformación digital lideren el futuro del comercio electrónico B2B, impulsando la eficiencia y la personalización en los sistemas de pago. 

También, durante eventos como el Buen Fin 2024 en México, las empresas escalaron sus operaciones mediante la automatización de pagos y la implementación de bots de atención al cliente, aprovechando las capacidades de la IA para ofrecer experiencias más ágiles y seguras a los consumidores.  

Con esto quiero decir que el crecimiento del mercado de pagos en tiempo real está revolucionando la manera en que hacemos negocios y cómo se distribuyen las oportunidades dentro del ecosistema financiero global.  La región de América Latina tiene todos los elementos para ser protagonista en esta revolución, y el momento de actuar es ahora.