El PR comienza en casa

Simplemente el PR comienza en casa, y los profesionales de relaciones públicas son los primeros embajadores de la marca.

Daniel España

Experto en Comunicación, Estrategia e Innovación

El reciente caso de Qu Jing, hace apenas días vicepresidenta de comunicaciones de Baidu, el gigante tecnológico chino, enciende las alarmas sobre el impacto que podemos tener como representantes de marcas así como la necesidad de velar por la salud mental en el oficio de las relaciones públicas y las comunicaciones.

A manera de contexto Qu Jing generó una polémica por promover y validar comportamientos de adicción al trabajo en una cuenta personal de redes sociales, con videos hablando sin empatía y con desconexión de la necesidad de trabajar 24 horas, toda la semana, sin quejarse y que quienes se quejaban mejor se fueran. Sus salidas le costaron el cargo, pero a la empresa la han impactado fuertemente pese a los intentos de excusas de la exfuncionaria. 

Esto evidencia cómo las relaciones públicas de un representante de una empresa no pueden ser personales. Es más,  no se limitan a la gestión de la imagen externa de una empresa. Son un eje para construir una cultura interna sólida y fomentar un ambiente de trabajo sano y productivo. 

Simplemente el PR comienza en casa, y los profesionales de relaciones públicas son los primeros embajadores de la marca, y sus palabras tienen un poder significativo para influir en la percepción que los empleados y otros terceros tienen de la empresa.

Y debe ser un PR consistente y coherente, porque pensar que nuestra vida corporativa es ajena a una posición personal donde somos contradictores de nosotros mismos, va a generar confusión, falta de credibilidad y autenticidad, y termina por crear una huella negativa que puede impactar de diferentes maneras dependiente de nuestro rol y el tipo de comunicación que manejemos.

Ahora, esta discusión tiene también otra cara, que en Colombia y en general en varios países de la región debe seguir ocupando a los líderes. Las empresas deben ser activas en velar por el bienestar mental de sus empleados de relaciones públicas. Brindar beneficios asociados a la flexibilidad persoal, que fomenten el balance vida-trabajo y ofrecer apoyo más allá de lo básico para acompañar a sus equipos en el desarrollo de relaciones de más largo plazo construye conexiones y valor desde adentro, capaces de forjar equipos de trabajo para el alto desempeño, que van a dar todo por la organización sin necesidad de comportamientos tóxicos.

Y en todo caso, si no ha comenzado a sintonizarse con el PR y quiere hacerlo, basta por entender que no hay una versión suya digital separada de la personal. La integralidad de lo que representamos va y viene entre lo digital y lo análogo; debemos poder mantener en público lo que pensamos en privado, y nuestra faceta personal debe ser coherente y transparente con la personal.
Y desde ahí sembrar y construir en positivo en su comunicación (de palabra y acción) conectada a sus propósitos personales y corporativos. Entonces verá que sembrar visión y reputación comienza en casa, y será inspirador y beneficioso para todos a su alrededor.