Racismo y controversia

El mundo del fútbol se enfrenta a una nueva controversia: Vinicius Jr. denuncia racismo en España y desata un intenso debate global.
Mario Suárez

Mario Suárez

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La semana pasada, el mundo del deporte se escandalizó una vez más, esta vez por unas declaraciones de un jugador que sugirió que a España deberían quitarle la sede del Mundial de Fútbol de 2030 por ser un país racista. La polémica y la controversia no se hicieron esperar.

Vinicius Jr. es un futbolista brasileño que juega para el Real Madrid en España. Es rápido, gambetea bien y hace goles. A veces comete torpezas futbolísticas por intentar jugadas innecesarias. Es terco, provocador, y ha estado envuelto en numerosas polémicas y comportamientos antideportivos en la cancha. Vini sabe cómo quemar tiempo y sacar de quicio a los rivales, quienes en muchas ocasiones lo atacan a patadas, lo que provoca que la tribuna estalle aún más en furia contra el brasileño. Muchos lo califican de inmaduro (niñato, como le dirían en España), mientras que otros lo ven como un jugador con problemas de conducta y falta de respeto hacia el rival y hacia la afición.

El problema se agudiza y se vuelve aún más controversial cuando aparece el racismo en medio de todo esto. Vinicius Jr. ha declarado en muchas ocasiones sentirse ofendido por comentarios racistas que no solo provienen de la tribuna, sino también de algunos de sus rivales en la cancha.

Los detractores de Vini insisten en que no se trata de racismo, sino de un rechazo puntual hacia él por la persona y el deportista que es. Afirman que las declaraciones del futbolista son una excusa para justificar o defenderse de sus comportamientos antideportivos.

Lo cierto es que, más allá de esta polémica, no es un secreto para nadie que el racismo sigue siendo un problema muy grave que afecta a millones de personas en el mundo, y que, sorprendentemente, de acuerdo con cifras y estudios oficiales, va en aumento. Solo pensemos en que los colombianos estábamos convencidos de no tener nada que ver con este asunto ni con la xenofobia, hasta que tuvimos que compartir nuestras ciudades con muchos venezolanos.

El fútbol mundial ha intentado erradicar este problema de los estadios a través de campañas de concienciación. Han desplegado pancartas en los partidos, colocado vallas alrededor de la cancha con mensajes, y los uniformes llevan inscripciones al respecto. Incluso, los árbitros tienen la instrucción de no permitir que un partido continúe si ocurre un acto de racismo.

Volviendo al caso de Vinicius Jr., en medio de estas declaraciones, como es cada vez más común hoy en día, muchos españoles, en lugar de atacar el problema, decidieron atacar al agredido. En vez de generar conciencia respecto a un problema real que indudablemente afecta la imagen de un país y de un espectáculo, se enfocaron en criticar al jugador.

Esto, sin duda, nos pone de manifiesto que, hoy en día, las cosas no se rigen por la lógica o la justicia, sino que dependen de los intereses de unos u otros, lo que define la naturaleza de cada situación.

Ahora, deportivamente hablando, Vinicius Jr. no es tan decisivo como otros jugadores del equipo. Seguramente, no es el que más camisetas vende, ni destaca por su belleza física, como sí lo hacen otros jugadores del mismo equipo, donde pareciera que la apariencia es un criterio importante para pertenecer al club.

Entonces, ¿por qué lo mantienen en el equipo, a pesar de mostrar comportamientos y hacer comentarios que parecen ir en contra de los valores que promueve su institución deportiva?

Mi opinión es que lo mantienen precisamente por la polémica. Hoy en día, nada genera tantos seguidores y defensores como la acción de generar detractores. Es la política de la polarización. Por eso mismo, a pesar de que Vinicius no encarna el tipo de jugador que tradicionalmente veíamos en el Real Madrid, todo lo que hace genera más odios, lo que afianza aún más a los fans que ya tiene el equipo y, por qué no, con cada polémica, atraerá a nuevos seguidores.

¿Será esto suficiente para que Vini se mantenga en el equipo más grande del mundo?