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Colesterol: lo que no te han contado sobre el “bueno” y el “malo”
El colesterol no siempre es enemigo: el equilibrio entre LDL y HDL define el riesgo cardiovascular y abre paso a la medicina preventiva personalizada.
Domingo, Septiembre 21, 2025
Durante décadas, el colesterol fue señalado como el gran villano de la salud cardiovascular. Sin embargo, expertos advierten que no todo colesterol es igual: existe un equilibrio entre el LDL, conocido como “malo”, y el HDL, considerado “bueno”, que determina si este lípido actúa como aliado o amenaza para el corazón.
El colesterol es esencial para funciones vitales como la producción de hormonas, la formación de membranas celulares y la síntesis de vitamina D. Pero cuando se alteran los niveles en el perfil lipídico, se convierte en un factor de riesgo silencioso para infarto, accidente cerebrovascular o aterosclerosis.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 39 % de la población adulta mundial tiene colesterol elevado, lo que contribuye a 2,6 millones de muertes anuales. Además, hasta el 80 % de las enfermedades cardiovasculares prematuras podrían prevenirse con diagnósticos oportunos y manejo adecuado de factores de riesgo.
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Colesterol: Más allá del “bueno” y el “malo”, equilibrio lipídico
El LDL tiende a acumularse en las arterias y obstruir el flujo sanguíneo, mientras que el HDL funciona como sistema de limpieza, transportando el exceso al hígado para su eliminación.
“Ya no hablamos solo de ‘bueno’ o ‘malo’, sino de un equilibrio complejo que define nuestro riesgo cardiovascular. Las tecnologías diagnósticas actuales permiten intervenciones preventivas basadas en evidencia antes de que aparezcan síntomas”, explicó Hélida Silva, Directora de Medical Affairs para América Latina de Siemens Healthineers.
Diagnóstico avanzado y prevención efectiva
Los perfiles lipídicos permiten evaluar colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos, ofreciendo un panorama completo del riesgo cardiovascular. Estas pruebas son esenciales en personas con antecedentes familiares, hipertensión, diabetes o estilos de vida poco saludables.
La OMS recomienda mantener el colesterol total por debajo de 190 mg/dL y realizar un perfil lipídico al menos cada cinco años en adultos sanos, con mayor frecuencia en personas de riesgo.
“Hoy podemos detectar desequilibrios lipídicos que hace una década pasaban desapercibidos. Es el paso de la medicina reactiva a la preventiva personalizada”, añadió Silva.