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Colombia, con una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo
La tasa de fertilidad en Colombia cayó a 1.06 hijos por mujer en 2024, muy por debajo del reemplazo poblacional. Expertos atribuyen el colapso a la caída del matrimonio.
Miércoles, Julio 23, 2025
Colombia ha registrado una de las caídas más rápidas en fertilidad del mundo. Mientras en el año 2000 el promedio era de 2.57 hijos por mujer, en 2024 se desplomó a 1.06, y en Bogotá apenas llega a 0.84, según datos recopilados por @MoreBirths.
Esta cifra es inferior incluso a la de países más ricos como Estados Unidos (1.6) y plantea un dilema demográfico inesperado en América Latina.
El matrimonio, en el centro del colapso demográfico
La principal causa identificada por los analistas es la desaparición del matrimonio como institución social relevante. Según datos de la OCDE, en 2022 Colombia tuvo la tasa de matrimonios más baja del mundo, con apenas 1.4 matrimonios por cada 1.000 personas. Para ponerlo en contexto, en EE. UU. —que también ha registrado una fuerte caída en matrimonios— la tasa sigue siendo cuatro veces mayor (6.0).
El gráfico comparativo de fertilidad vs. tasas de matrimonio es contundente: ningún país con una tasa de matrimonio menor a 5 por cada mil habitantes alcanza la tasa de reemplazo poblacional (2.1 hijos por mujer). Colombia ni siquiera entra en ese gráfico: su tasa es tan baja que queda fuera de rango.
¿Por qué ya no se casan las colombianas?
Un estudio de 2023 citado por @MoreBirths muestra que entre las mujeres colombianas nacidas en la década de 1970, apenas una de cada cuatro estaba casada a los 35 años. En las generaciones más jóvenes, esa cifra es aún menor. La tendencia no es exclusiva de Colombia, pero sí más extrema: Latinoamérica es hoy la región con la mayor proporción de nacimientos fuera del matrimonio en el mundo, con cifras como el 84 % en Colombia.
Las razones detrás del abandono del matrimonio son múltiples:
Mayor autonomía femenina, especialmente en educación y empleo.
Desconfianza estructural hacia los hombres como proveedores o padres comprometidos.
Pérdida de influencia de la Iglesia Católica, que por siglos moldeó la cultura familiar en la región.
¿Por qué no se compensa con nacimientos fuera del matrimonio?
Aunque durante años los nacimientos extramaritales mantuvieron la tasa de natalidad relativamente alta, esto ha cambiado. Un estudio publicado en 2024 muestra cómo los nacimientos en mujeres jóvenes han caído drásticamente gracias al acceso extendido a métodos anticonceptivos y cambios en valores culturales.
Además, una investigación de 2019 evidencia que muchas mujeres en Latinoamérica optan por métodos anticonceptivos permanentes tras uno o dos hijos, en parte por la dificultad de criar hijos sin pareja estable. Colombia, por ejemplo, figura entre los países con más alta tasa de esterilización femenina.
El caso latinoamericano: cuando el modelo familiar desaparece
Colombia no está sola. Otros países latinoamericanos también muestran tasas de fertilidad muy bajas:
Chile: 1.03
Uruguay: 1.19
Argentina: 1.33
México: 1.45
Brasil: 1.47
La tesis que plantea More Births es provocadora: sin recuperación del matrimonio, no hay recuperación de la fertilidad. La evidencia sugiere que la maternidad fuera del matrimonio ya no sostiene la natalidad como antes, y que el matrimonio es hoy más importante que nunca para sostener poblaciones saludables.
En paralelo, modelos emergentes como la poliginia informal —en la que algunos hombres tienen hijos con varias mujeres sin vínculos formales— también parecen tener un impacto limitado: aunque algunos hombres tienen muchos hijos, las mujeres en ese esquema tienden a tener pocos, lo que no compensa el descenso general.
¿Y ahora qué?
La narrativa de que el matrimonio ya no importa para la sostenibilidad demográfica está siendo cuestionada. Cuando el matrimonio colapsa, la natalidad también.
Y aunque algunos países puedan seguir creciendo por migración o por un leve repunte en nacimientos tardíos, el caso colombiano muestra que sin un cambio profundo en estructuras sociales y de pareja, la caída continuará.