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Colombia pierde $4,3 billones al año por el impacto del cambio climático
El cambio climático cuesta a Colombia $4,3 billones anuales, afectando la economía y aumentando la vulnerabilidad en sectores clave del país.
Miércoles, Octubre 30, 2024
Cada año, el cambio climático genera pérdidas económicas significativas para Colombia, estimadas en aproximadamente 4,3 billones de pesos. Estos daños, derivados de fenómenos naturales como inundaciones, deslizamientos y sequías, afectan gravemente sectores clave de la economía, incluyendo salud, industria, transporte y energía.
En América Latina, se estima que los desastres naturales representan entre el 1% y el 5% del PIB anual en pérdidas, afectando el crecimiento económico y la estabilidad financiera de los países. En Colombia, las inundaciones causan daños por unos 285.777 millones de pesos anuales, impactando especialmente a las poblaciones vulnerables y a la infraestructura.
La construcción: un sector clave para mitigar el impacto del cambio climático
La industria de la construcción, responsable de alrededor del 39% de las emisiones globales de CO₂ relacionadas con la energía, enfrenta el reto de adaptarse y adoptar prácticas más sostenibles y resilientes. El ingeniero civil Ricardo Chávez destaca que el sector debe migrar hacia diseños que consideren condiciones extremas provocadas por el cambio climático, como construcciones adaptadas a terremotos en zonas sísmicas y sistemas de drenaje en áreas propensas a inundaciones, que pueden reducir las pérdidas y salvar vidas.
La rentabilidad de invertir en prevención
Estudios demuestran que cada dólar invertido en prevención y preparación ante desastres ahorra hasta $7 en costos de recuperación. Esto subraya la necesidad de construir infraestructuras que no solo sean duraderas y seguras, sino también sostenibles y con materiales que minimicen la huella de carbono.
Adaptación urgente: una inversión en estabilidad y seguridad
Para mitigar estos impactos, el sector de la ingeniería y la construcción en Colombia debe asumir un rol activo en la implementación de tecnologías que permitan diseñar infraestructuras resilientes y sostenibles. Esta transición es esencial no solo para reducir los costos asociados a la respuesta y reconstrucción, sino también para proteger vidas y fortalecer la estabilidad económica de la nación.
Este enfoque en infraestructura resiliente y sostenible, impulsado por el cambio climático, representa una inversión necesaria para proteger a las futuras generaciones y construir un país más seguro y preparado para enfrentar las adversidades ambientales.