Compras digitales en Latinoamérica ganan terreno en fin de año

Las compras digitales en Latinoamérica dejaron de ser una alternativa para convertirse en un hábito estructural. Así lo confirma el estudio “Seguridad y Protección: Lo que les importa proteger a los latinoamericanos en sus compras de fin de año”, elaborado por Chubb, que revela que el 55% de los consumidores en la región combina canales online y presenciales durante la temporada de mayor actividad comercial del año .

El dato refleja una transformación profunda en los patrones de consumo, impulsada por la digitalización, la conveniencia y una mayor familiaridad con las transacciones electrónicas, aunque no exenta de riesgos y brechas de confianza.

Compras digitales en Latinoamérica: hábito mensual

El estudio muestra que el 89% de los latinoamericanos realiza compras por internet al menos una vez al mes, lo que consolida al comercio electrónico como parte de la vida cotidiana. Sin embargo, el avance del canal digital no elimina la preferencia por la experiencia física: más de la mitad de los consumidores opta por un modelo híbrido, especialmente en fechas de alto gasto como Navidad y fin de año.

Este comportamiento híbrido responde tanto a factores culturales como a la percepción de seguridad, que varía de forma significativa entre países.

Confianza digital: una región a dos velocidades

A nivel regional, el 77% de los encuestados afirma confiar en las transacciones digitales, pero las diferencias entre mercados son marcadas. Países del Cono Sur como Chile (85%), Brasil (84%) y Argentina (80%) lideran los niveles de confianza, creando condiciones favorables para el crecimiento sostenido del comercio electrónico.

En contraste, Ecuador (33%) y Perú (32%) presentan los niveles más bajos de confianza. Las razones son claras: el 48% de quienes desconfían prefiere el contacto directo con personas, mientras que el 32% declara haber sido víctima de fraude digital y el 18% señala dificultades para realizar trámites online.

Qué compran los latinoamericanos en fin de año

La temporada festiva sigue concentrando decisiones de compra tradicionales. La ropa se mantiene como la principal opción de regalo, elegida por el 79% de los encuestados, porcentaje que supera el 80% en países como Colombia y México.

Le siguen los artículos electrónicos (38%), los videojuegos (30%) y los celulares (29%), categorías que reflejan una combinación entre consumo aspiracional y utilidad práctica.

Envío de regalos: una práctica en crecimiento

El estudio también evidencia un cambio en la forma de regalar. El 35 % de los latinoamericanos envía regalos ocasionalmente a sus familiares y amigos, especialmente cuando no pueden compartir presencialmente las celebraciones. En países como Puerto Rico (44%), Perú (40%) y Ecuador (38%), esta práctica es aún más frecuente.

En Chile (12%) y Colombia (10%), el porcentaje de personas que afirma enviar regalos de fin de año de manera habitual está por encima del promedio regional, lo que refuerza el papel del comercio electrónico y la logística como habilitadores de conexión emocional a distancia.

El gran vacío: protección y seguros en transacciones digitales

Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es el desconocimiento sobre la existencia de seguros que protegen las transacciones digitales. Cuatro de cada cinco personas en la región no saben que este tipo de cobertura existe, incluso cuando puede estar asociada a plataformas de pago o tarjetas de crédito.

El desconocimiento es mayor en Ecuador (87%) y Colombia (86%), mientras que Chile (17%) lidera el nivel de conocimiento, seguido de Puerto Rico (15%) y Brasil (14%). Esta brecha evidencia un reto estructural en educación financiera y comunicación sobre mecanismos de protección, clave para fortalecer la confianza en el ecosistema digital .

Una señal para empresas y tomadores de decisión

Más allá de los datos de consumo, el estudio deja un mensaje claro para líderes empresariales y autoridades: la confianza es el activo crítico del comercio digital. Fortalecerla requiere inversiones en seguridad, sistemas de protección visibles para el usuario y estrategias de educación financiera que acompañen la expansión del canal online.

En un entorno donde las compras digitales ya forman parte del día a día, la capacidad de ofrecer experiencias seguras y confiables se convierte en un diferenciador competitivo y en una condición para el crecimiento sostenible del comercio en la región.