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¿Cómo hacer educación financiera en familia?

De acuerdo con Unicef, la educación social y financiera para la infancia (ESFI) es crucial para "inspirar a los niños a ser ciudadanos social y económicamente responsables y empoderados".
Martes, Abril 30, 2024

En el marco de la celebración del Mes del Niño, es importante resaltar un aspecto fundamental en el desarrollo integral de los pequeños ciudadanos: la educación financiera. Un tema a menudo relegado, pero crucial para asegurar un futuro próspero y seguro para las nuevas generaciones.

Unicef señala en una de sus publicaciones complementarias del Manual de escuelas amigas de la infancia, que la educación social y financiera para la infancia (ESFI) tiene como objetivo inspirar a los niños a ser ciudadanos social y económicamente responsables y empoderados. Sin embargo, para ello, el gran reto está en dotarlos de los conocimientos necesarios que les permitan convertirse en agentes de cambio.

No se trata solo de aprender a ahorrar, sino de entender el valor del dinero, cómo relacionarse con este y cómo tomar decisiones financieras que favorezcan el bienestar a largo plazo.

Educación financiera en Colombia

Según el Índice de Ánimo Inversionista 3° edición, en Colombia, la proporción de personas que se siente bien informada acerca de cómo invertir es mayor que hace 2 años; los menores de 45 años son los que más coinciden en educarse a través de las Redes Sociales, mientras que las mujeres siguen acudiendo más a la familia para informarse sobre temas financieros. 

Por ende, la educación financiera desempeña un papel crucial en el bienestar y el desarrollo individual, siendo la gestión de las finanzas personales un aspecto central de la vida. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, entre los tres y siete años de edad, los niños son capaces de entender nociones económicas y comenzar a formar hábitos financieros.

Jose Ibarra, Chief Product Officer de tyba por Credicorp Capital, sostiene que, aunque puede ser complejo enseñar a los niños sobre finanzas, los juegos emergen como una estrategia efectiva y divertida para impartir estos conocimientos esenciales.

Bajo esta premisa, tyba por Credicorp Capital hizo una selección de tres juegos que conecta a niños y padres para fomentar la educación financiera de una manera divertida y constructiva manejando temas relacionados a las finanzas personales, el ahorro, la inversión, el gasto responsable, entre otros: 

1.    Monopoly: Un clásico atemporal que trasciende generaciones, Monopoly es más que un juego; es una ventana al mundo financiero donde niños y padres pueden aprender juntos sobre inversión, ahorro y el valor del dinero. A través de la compra y venta de propiedades, los jugadores desarrollan habilidades de negociación y toma de  decisiones estratégicas, todo mientras comprenden la importancia de diversificar y la necesidad de tener un fondo de emergencia.

2.    El Cofre del Tesoro: Inspirado en las aventuras de los piratas, esta actividad lúdica es perfecta para estimular la imaginación de los más pequeños. Mediante la búsqueda de "tesoros" escondidos (que para este caso pueden ser monedas) en casa, se promueve el hábito del ahorro de una forma emocionante. Es una oportunidad perfecta para que los niños aprendan el valor de guardar dinero, mientras pasan un momento divertido en familia.

3.    La Caja de Multas Familiar: Un juego donde cada acción cuenta y se transforma en una lección de vida. Las familias se unen para definir "multas" simbólicas por conductas que afecten la armonía familiar, creando un fondo común para aventuras futuras. Es una forma divertida y educativa de enseñar sobre las consecuencias de nuestros actos y el valor del trabajo en equipo, todo mientras se ahorra para disfrutar juntos de una experiencia memorable. Este no solo promueve la responsabilidad y la gestión financiera desde temprana edad, sino que también fortalece los lazos familiares a través del aprendizaje conjunto.

“Estos juegos convierten el aprendizaje financiero en una aventura compartida para padres e hijos, explorando juntos el dinero, el ahorro y la inversión a través del juego. A través de retos entretenidos se cultivan habilidades vitales como la administración efectiva de recursos, estrategias de presupuesto inteligente y una sólida comprensión de la inversión y el riesgo, preparando a todos para tomar decisiones financieras futuras", indica Ibarra.

Además, inspira el emprendimiento y prepara a los jóvenes para adaptarse a un mundo financiero en evolución, contribuyendo a una sociedad más próspera, inclusiva y resiliente. Educar financieramente a los niños es preparar el terreno para un futuro económico más sostenible para todos
 

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