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Crisis con sector arrocero: bloqueos y falta de acuerdo para avanzar en negociaciones
El paro de arroceros en Colombia cumple cinco días, con bloqueos en más de nueve departamentos del país, lo que ha generado una creciente preocupación por su impacto en la movilidad, la logística empresarial y el abastecimiento de alimentos.
Viernes, Julio 18, 2025
Desde comienzos de semana, los productores de arroz agrupados en Dignidad Agropecuaria mantienen un paro nacional en protesta por la caída en los precios del cereal, el incumplimiento de compromisos previos y la ausencia de ayudas económicas prometidas por el Gobierno. El gremio exige la participación directa de la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, en la mesa de negociación y se rehúsa a levantar los bloqueos sin garantías claras.
“Necesitamos gestos de buena voluntad por parte de ambos lados. El diálogo está abierto, pero no podemos permitir que las vías cerradas sigan afectando a otros sectores productivos”, afirmó Carvajalino, quien condicionó su asistencia a las conversaciones a la habilitación de corredores clave en departamentos como Tolima, Huila y Meta.
Aunque este jueves se instaló una mesa de diálogo, el encuentro se suspendió por la ausencia de la ministra. Según Óscar Gutiérrez, vocero de Dignidad Agropecuaria, la reunión fue vista más como un trámite que como una negociación real. “Nos dijeron que la ministra solo asistiría si levantábamos el paro, pero sin ningún acuerdo sobre la mesa, eso no es viable. En marzo se pactaron ayudas por $22.000 millones y aún no se ha girado un solo peso”, denunció.
El Ministerio de Agricultura lamentó que las “vías de hecho” estén bloqueando una salida estructural a la crisis del arroz y reiteró su voluntad de mantener el diálogo abierto. Sin embargo, los líderes del paro insisten en que no cesarán las protestas sin compromisos formales y verificables por parte del Ejecutivo.
Las afectaciones por los bloqueos ya se sienten en departamentos como Tolima, Huila, Córdoba, Meta, Casanare, Sucre, Cesar, Santander y Norte de Santander. Las autoridades locales han advertido sobre las consecuencias en el transporte de alimentos, insumos, combustibles y atención médica.
Esta nueva movilización campesina representa un desafío adicional para el Gobierno en su manejo de la conflictividad rural y la recuperación de la confianza del sector agropecuario. Mientras no se logre un acuerdo creíble y con participación de alto nivel, el paro seguirá escalando, con consecuencias directas para la economía regional y la cadena de abastecimiento nacional.