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Desintoxicación auditiva: el hábito silencioso que mejora la salud
Expertos alertan sobre el impacto del ruido en la salud y promueven la desintoxicación auditiva como hábito preventivo frente al deterioro auditivo.
Lunes, Agosto 4, 2025
Llamadas constantes, música a todo volumen, tráfico, notificaciones y hasta los electrodomésticos generan una sobrecarga de estímulos sonoros a la que pocos prestan atención. Pero esa exposición diaria y continua tiene consecuencias. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050 más de 2.500 millones de personas sufrirán algún grado de pérdida de audición, y 700 millones requerirán rehabilitación.
En Colombia, la situación ya es preocupante: más de 7 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad auditiva, lo que representa el 17% de la población. A pesar de estas cifras, la mayoría de casos no recibe atención oportuna, en parte porque la pérdida auditiva suele avanzar sin síntomas evidentes.
¿Qué es la desintoxicación auditiva?
Así como se habla de dietas detox o de desintoxicación digital, la desintoxicación auditiva propone una pausa consciente del ruido cotidiano, con el objetivo de darle un respiro al sistema auditivo. La práctica, impulsada por GAES, una marca de Amplifon, invita a reducir el volumen y duración de la exposición al ruido como medida preventiva y de bienestar.
“Al igual que el cuerpo necesita descansar y desintoxicarse, los oídos también necesitan un respiro”, señalan los expertos de GAES. La clave está en la moderación, el silencio consciente y la protección activa frente al ruido ambiental.
Recomendaciones clave para una higiene auditiva efectiva
GAES propone incorporar rutinas simples pero efectivas que pueden marcar una diferencia real en la salud auditiva de las personas:
Silencio diario: reservar al menos una hora al día sin exposición a sonidos externos ni dispositivos electrónicos.
Uso moderado de audífonos: limitar el volumen a menos del 50% del máximo y no usar más de 60 minutos seguidos.
Ambientes tranquilos: preferir espacios con menor contaminación sonora como parques o zonas verdes.
Protección en entornos ruidosos: usar tapones o auriculares especiales cuando se trabaja con maquinaria o se asiste a eventos con altos decibeles.
Escucha consciente: diferenciar los sonidos agradables de los innecesarios y evitar los estímulos sonoros superfluos.
Un impacto que va más allá de los oídos
Los efectos de la contaminación acústica no se limitan a la audición. Diversos estudios han vinculado el ruido excesivo con niveles elevados de estrés, trastornos del sueño, problemas cardiovasculares y fatiga mental. De hecho, se ha observado que la pérdida auditiva no tratada puede derivar en aislamiento social, dificultades laborales y deterioro cognitivo.
“Una buena salud auditiva reduce el estrés, mejora la concentración y ayuda a prevenir daños a largo plazo”, concluyen desde GAES. Promover esta higiene sonora puede convertirse en una herramienta de autocuidado tan importante como una dieta saludable o la actividad física regular.
¿Por qué importa en Colombia?
En un país donde el ruido urbano, la exposición a música alta y los entornos laborales ruidosos son frecuentes, promover la conciencia sobre la salud auditiva es urgente. Incluir la desintoxicación auditiva como hábito diario puede prevenir deterioros silenciosos que, con el tiempo, comprometen la calidad de vida.
La invitación de GAES es clara: escuchar menos también puede ser una forma de cuidarse más.