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El que mucho abarca, poco aprieta: el problema de la multitarea en nuestra salud

Por: Paula Ramírez, periodista.
Miércoles, Abril 5, 2023

No diré que soy una mujer que se toma el trabajo a la ligera. Más bien, en ocasiones, puedo ser un poco workaholic (adicta al trabajo), pero en medio de una espiral de ansiedad y ataques de pánico he venido entendiendo con el tiempo que no es natural sentir esto en un empleo. 'Ponerse la 10', no es una obligación 24 horas al día, siete días a la semana aunque las compañías quieran hacernos ver lo contrario. 

Esto de ninguna manera es una crítica a las empresas o a sus directivos, más bien es un llamado de atención sobre una cultura del trabajo preventivo y no reactivo, con el fin de no regresar (o que se expanda) “La Gran Renuncia”, un fenómeno que se dio en el 2021 en Estados Unidos.

La pandemia cambió por completo nuestra dinámica de vida y convirtió a los hogares en nuestras oficinas y a la tecnología, sobre todo la sobreinformación o lo que yo llamo como infoxicación (intoxicación por múltiples informaciones), en un vehículo comunicacional que nos ha hecho creer que podemos hacer mil cosas al mismo tiempo.

El confinamiento despertó en las personas una necesidad de cambios, y el panorama laboral no fue la excepción. La vida se empezó a ver desde una óptica diferente y situaciones como sentirse estancado en un puesto, pensar que las habilidades están siendo desaprovechadas, no recibir la remuneración deseada, sentirse infeliz en el trabajo o sobre explotado por la multitarea, resultó en una ola de renuncias masivas alrededor del mundo.

En Colombia, según cifras de febrero de 2022, 3 de cada 10 empleados no querían volver a la presencialidad, por lo que, desde inicios de ese año, varios expertos empezaron a temer por una especie de propagación del fenómeno vivido en Estados Unidos.

Sin darnos cuenta, el deseo de no volver a la presencialidad en muchos de los trabajadores, despertó una extraña razón en la que se cree que mantener abiertas varias pestañas en nuestro navegador, contestar muchos chats al mismo tiempo e incluso terminar informes en medio de una videoconferencia, es de un profesional en todo el sentido de la palabra y no. Lamento decirle que esto está deteriorando nuestra salud. 

Según un informe realizado por el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, nuestro cerebro NO está diseñado para hacer muchas tareas al mismo tiempo. La atención se ve gravemente afectada a través de las funciones cognitivas de nuestra mente porque el cerebro recibe miles de estímulos a diario, y necesita ser capaz de discernir lo que es importante y lo que no: focalizarnos en una tarea, y ‘dejar pasar’ otras señales no tan importantes.

En la actualidad la multitarea, se ha establecido como nuestro modo de vida y aunque muchos creen que el mulititask es la mejor manera de abarcar muchas cosas a la vez, lo cierto es que el que mucho abarca, poco aprieta como lo dice el adagio popular de nuestras abuelas.

 

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El daño que nuestro cerebro sufre es tan considerable, que diversas investigaciones han sugerido que la multitarea puede llegar a reducir la productividad en un 40%; de hecho, un estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Stanford comparó a dos grupos de personas. En estas investigaciones se demostró que aquellas que recurrían constantemente al multitasking en su vida cotidiana, tenían resultados mucho peores tanto a nivel de productividad como de recompensa en comparación con los que hacían sólo una tarea a la vez. Esto sucedía ya que una persona que hace muchas cosas acostumbra a tener más problemas para organizar sus pensamientos y filtrar la información más irrelevante.

Por otro lado, la Universidad de Londres (Reino Unido), indicó que realizar varias tareas a la vez provocaba caídas significativas en los puntos de cociente intelectual hasta llegar a niveles correspondientes de niños de ocho años. La Universidad de California y la Universidad de Humboldt aseveró que la multitarea aumenta considerablemente los niveles de estrés, aumentando la segregación de cortisol.  

Incluso, la Universidad de Sussex (Reino Unido),  a través de estudios, logró reconocer que quienes utilizan el móvil mientras se está en una conferencia o se ve un video, podrían generar un decrecimiento de la densidad cerebral en la corteza cingulada anterior, la región del cerebro que responsable de la empatía y el control emocional.

Entonces, todo lo anterior se resume en una sola cosa: priorizar. Las evidencias actuales sugieren que las personas que dejan de recurrir a la multitarea y dan un orden a sus tareas entre actividades importantes y prioritarias, acaban adquiriendo la habilidad para hacer mucho mejor las cosas, son más rápidos y desarrollan una adecuada atención al detalle.

En este punto,  nuevamente me dirijo a los jefes, directivos, líderes de equipos y más. Las líneas guías sobre tareas y trabajos son un elemento fundamental para una adecuada ejecución de funciones, no alcanza más triunfos quien mete las manos en todo y no termina nada. Con esa línea rectora e indicaciones sobre lo prioritario, seguramente podrán tener equipos más eficientes, eficaces, con mayor concentración y menos estresados para alcanzar objetivos comunes.