Negocios
Fraude digital: el mayor reto del sector financiero
El sector financiero enfrenta su mayor desafío: mitigar el fraude digital en tiempo real sin afectar la experiencia del usuario.
Miércoles, Octubre 29, 2025
En el marco del 18° Congreso de Prevención del Fraude y Ciberseguridad organizado por Asobancaria, desde C-Level conversamos con Edgar Osuna, vicepresidente de Data y Analítica de iuvity, sobre los retos del sector financiero frente al auge del fraude digital y la adopción de tecnologías que permitan mantener la seguridad sin sacrificar la experiencia del usuario.
Desde su rol, Osuna lidera la línea de negocio de antifraude y analítica, y comparte su visión sobre la evolución tecnológica, la educación del cliente y la responsabilidad compartida entre bancos y usuarios.
iuvity es una organización con 25 años de historia, con casa matriz en Estados Unidos y fuerte presencia en Medellín y Quito. Desde sus inicios, ha acompañado la transformación digital del sistema financiero latinoamericano con soluciones de antifraude, seguridad y analítica.
Colombia es un mercado clave para la compañía, tanto por su peso en ingresos como por su talento, ya que la mayor concentración de colaboradores está en Medellín.
El fraude ha evolucionado con la digitalización. “Antes los delincuentes entraban a una oficina bancaria con un arma; ahora lo hacen desde miles de kilómetros de distancia”, explica Osuna. Con los pagos inmediatos y en tiempo real, el reto crece porque las instituciones deben detectar y mitigar el fraude en milisegundos.
Profiler es la principal herramienta antifraude de iuvity. Esta plataforma de monitoreo transaccional analiza en tiempo real el comportamiento de los usuarios y bloquea operaciones sospechosas sin afectar la experiencia del cliente.
La inteligencia artificial y el machine learning son el núcleo de esta solución. Los modelos, entrenados con datos reales de bancos latinoamericanos, permiten detectar patrones anómalos y reducir los falsos positivos. Además, las bases de datos de grafos facilitan mapear relaciones entre transacciones, incrementando la precisión del sistema.
La educación del usuario sigue siendo el punto más débil. “Nos siguen engañando con llamadas, correos o mensajes falsos”, afirma Osuna. El reto no es solo tecnológico, sino cultural: las instituciones deben fortalecer la conciencia del cliente, especialmente entre los adultos mayores.
De cara a 2026, las inversiones del sector financiero se concentran en ciberseguridad, antifraude, analítica e inteligencia artificial. Paralelamente, continúa la migración hacia la nube, buscando mayor agilidad y escalabilidad.
“Ningún sistema es infalible. Lo importante no es evitar que ocurra una falla, sino recuperarse rápido cuando sucede”, concluye Edgar. En un entorno digital cada vez más dinámico, la resiliencia tecnológica y la responsabilidad compartida son las nuevas defensas contra el fraude.