Negocios

IA y cultura corporativa: cómo liderar sin perder el alma

La inteligencia artificial se convierte en aliada clave del talento humano, sin reemplazar lo esencial: la conexión, el bienestar y la cultura.
Jueves, Mayo 15, 2025

En el marco del evento Metanoia, organizado por Mercer, Juliana Duque, líder de la práctica de estrategia de talento para Cluster Norte y del Centro de Excelencia para Latinoamérica, planteó una visión clara y práctica sobre cómo la inteligencia artificial puede integrarse a las empresas sin afectar la cultura corporativa ni el bienestar de sus colaboradores.

“Metanoia significa cambio de mente”, explicó Duque al abrir su intervención, enfatizando que el objetivo del evento era precisamente entregar herramientas a los líderes para adaptarse al futuro del trabajo sin dejar atrás lo humano. Y, según dijo, eso implica abrazar la tecnología con un cambio de perspectiva.

Inteligencia artificial y cultura corporativa: una alianza posible

Para Juliana Duque, el primer paso para integrar la IA en la cultura de una organización es dejar de verla como una amenaza: “No es una herramienta, es un aliado”. Esa afirmación transforma la relación con la tecnología, pues si se le reconoce como una extensión estratégica del liderazgo, la conversación ya no gira en torno a reemplazo sino a colaboración.

“Si las personas entienden que la IA puede ayudarlas a ser más productivas, van a tener incluso más tiempo para tomarse un café con su equipo y hablar de cosas que no tienen que ver con trabajo”, afirmó. Ese tipo de conexión humana, explicó, es lo que realmente fortalece la cultura.

Desde su visión, la IA puede potenciar una cultura más cercana, ágil y productiva, si se alinea a propósito con los valores de la organización. El secreto está en comprender qué tareas o procesos pueden automatizarse, liberando espacio para las funciones que sí requieren inteligencia humana.

Replantear el trabajo: ¿qué hace la IA y qué no puede hacer?

Duque propuso un abordaje metodológico para la adopción inteligente de IA en las empresas: la construcción del trabajo, una mirada profunda a los roles dentro de la organización. Al analizar en detalle cada puesto —tareas, responsabilidades, objetivos—, se puede identificar qué puede asumir una IA, qué puede automatizarse con un robot y qué requiere pensamiento humano.

“Hay muchas interacciones, análisis y reflexiones que solo puede hacer la mente humana. Pero si la IA me ayuda a terminar en 20 minutos una tarea que antes me tomaba tres horas, entonces yo tengo más tiempo para agregar valor en esas interacciones humanas”, afirmó.

Consejos para empresas colombianas: cómo integrar la IA sin perder su esencia

Juliana cerró su intervención con una advertencia clara: “Si en su cabeza está que adoptar la inteligencia artificial implica perder la esencia de la empresa, ya están con una barrera altísima”. Para ella, es clave eliminar la creencia de que la IA es exclusiva de empresas grandes o que su incorporación conlleva riesgos inevitables.

Con una analogía llamativa, invitó a aterrizar las expectativas: “Uno se imagina que la inteligencia artificial es un dinosaurio, pero si lo aterrizo en una estrategia concreta, termina siendo una lagartija”. El mensaje de fondo es que cualquier empresa —grande o pequeña— puede iniciar con pasos simples, medibles y realistas.

“La inteligencia artificial, bien implementada, puede mejorar la productividad, fortalecer el bienestar del colaborador y preservar la cultura organizacional”, concluyó.

Un llamado a transformar sin perder lo esencial

Más que una conferencia técnica, la participación de Juliana Duque en Metanoia fue una invitación a pensar distinto: a liderar con mente abierta, a ver la tecnología como un aliado del talento, y a crear culturas empresariales donde la innovación no excluya lo humano.

Porque al final, como lo expresó con claridad, la IA no es el fin; es un medio para liberar el potencial más importante de cualquier organización: su gente.