
Actualidad
Julio Berdegué: “América Latina necesita un nuevo pacto alimentario frente al cambio global”
El ex representante regional de la FAO advierte sobre el retroceso en indicadores de hambre, el avance de la obesidad y los efectos del cambio climático en el agro.
Miércoles, Septiembre 17, 2025
En el marco de los 80 años de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Julio Berdegué presentó un balance crítico de su gestión al frente de la oficina regional para América Latina y el Caribe entre 2017 y 2022. Durante ese periodo, la región enfrentó el retroceso de sus indicadores de hambre, el crecimiento de la obesidad, el impacto del cambio climático y la disrupción de la pandemia de COVID-19.
Hambre y obesidad: dos caras de la malnutrición
Berdegué recordó que a partir de 2015 los avances contra el hambre se estancaron y comenzaron a revertirse. “La región había hecho un enorme esfuerzo y le había ido muy bien en los años previos, pero la desaceleración económica y la falta de políticas centradas en la lucha contra la pobreza marcaron el retroceso”, señaló.
Al mismo tiempo, la región experimentó un crecimiento sostenido del sobrepeso y la obesidad en adultos y niños, lo que configuró un escenario de doble carga de malnutrición: hambre y exceso calórico en paralelo.
Cambio climático y migración: problemas silenciosos
Según Berdegué, durante esos años también se hicieron visibles los primeros efectos del cambio climático en la agricultura, un fenómeno que exigía mayor acción por parte de la FAO en la región. A esto se sumó la migración internacional, que pasó de ser un tema social a convertirse en un problema político de gran magnitud.
Estrategia: diálogo político y programas de impacto
Para enfrentar estos desafíos, la FAO regional impulsó una estrategia con dos ejes:
Diálogo de política pública, centrado en la desigualdad como causa estructural del hambre y la pobreza.
Programas con grandes resultados, sustituyendo proyectos dispersos por iniciativas de alto impacto, especialmente vinculadas al cambio climático.
“Usamos los recursos como capital semilla para promover debates de política pública y movilizar programas millonarios en la región”, explicó Berdegué.
Respuesta a la pandemia de COVID-19
El ex representante definió la emergencia sanitaria como un “shock brutal”. Ante la imposibilidad de viajar, la FAO migró a un esquema virtual que permitió mantener activos más de 400 proyectos en campo. Entre las prioridades, destacó la garantía del abastecimiento alimentario y la apertura de oportunidades para millones de personas desempleadas que regresaron a zonas rurales.
El reto del nuevo orden mundial
Mirando al futuro, Berdegué advirtió que América Latina y el Caribe deben replantear sus políticas agroalimentarias en un contexto global en transformación. “Lo más urgente es un diálogo profundo de política pública en cada país, a nivel subregional y regional. El mundo ha cambiado radicalmente y la región debe definir cómo insertarse en este nuevo orden mundial”, concluyó.