Negocios

La importancia del CIO en la competitividad de los negocios

Las empresas que todavía releguen a sus líderes tecnológicos a un rol meramente operativo no solo desaprovechan su potencial para innovar, sino que ponen en grave riesgo su propia competitividad.
Martes, Septiembre 9, 2025

La tecnología es más que un factor de soporte en una organización. Es el corazón de la estrategia empresarial. En un mundo donde la innovación define la supervivencia de las compañías, el papel del Chief Information Officer (CIO) se ha transformado de administrador de sistemas a arquitecto del futuro de los negocios. De acuerdo con Foundry, el 88% de los líderes de TI afirma que este rol es más digital e innovador que nunca y que su impacto se extiende mucho más allá de la tecnología.

Son elementos que son ratificados en eventos como el Congreso Andicom, que se desarrolló hace una semana, y donde se confirma que la innovación más que un factor de soporte, es un elemento que redefine la competitividad de las organizaciones. En esa realidad los líderes tecnológicos, como el CIO, deben asumir un rol central, impulsando así la transformación y el éxito de la compañía.

Las cifras hablan por sí solas: el 79% de los líderes empresariales reconoce al CIO como el principal responsable de la transformación digital, y un 82% lo considera un agente crítico del cambio en la organización. Es decir, sin una participación de esta figura en las decisiones estratégicas, las empresas corren el riesgo de quedarse rezagadas en competitividad.

En este contexto, Lorena Rodríguez, Country Manager de Axity Colombia, enfatiza que la tecnología debe estar integrada en los espacios donde se definen las grandes decisiones. Cuando el área de TI permanece aislada, se desaprovecha su verdadero potencial para habilitar soluciones que respondan a los dolores del negocio y faciliten el cumplimiento de los objetivos. 

El CIO debe ocupar un lugar en los comités ejecutivos, con voz activa en la construcción de la estrategia corporativa. “Eventos como Andicom, en los que hacen presencia expertos del sector confirman que la tecnología es más que un habilitador del negocio. No tiene sentido verla como un área separada. Para capturar su verdadero valor, debe estar dentro de los elementos a considerar en las prioridades, los objetivos y los principales retos de la organización”.

Una oportunidad aún desaprovechada

Sin embargo, este ideal todavía no se refleja en todas las compañías. Una encuesta global de McKinsey reveló que sólo un tercio de los CIOs está profundamente involucrado en la definición de la estrategia empresarial. El resto mantiene un rol más táctico, lo que limita la capacidad de las organizaciones para innovar, crecer e incluso entrar a nuevos mercados.

Rodríguez reconoce que este es uno de los grandes retos actuales: en muchas organizaciones, los CIO deben recorrer un camino complejo para que sus ideas lleguen directamente al CEO. La situación, añade, depende del tipo y tamaño de cada empresa: mientras en organizaciones más pequeñas existe mayor cercanía con la alta dirección, en grandes conglomerados la conversación con el CEO suele ser más difícil. 

No obstante, resalta que en los últimos años se ha visto un cambio positivo: cada vez más presidentes están valorando el papel estratégico de la tecnología, impulsados por el auge de la inteligencia artificial, que los obliga a involucrarse de manera más activa en las discusiones sobre innovación.

El impacto de un CIO estratégico

Los datos confirman esta importancia. Las organizaciones con áreas de TI de alto rendimiento alcanzan resultados superiores:

  • 35% más de crecimiento en ingresos (McKinsey).
  • 10% adicional en márgenes de rentabilidad (McKinsey).
  • 54% de los CIOs proyecta aumentos de presupuesto en TI, con un crecimiento promedio de 17,4% destinado a seguridad, automatización e inteligencia artificial (Foundry).

A pesar de ello, la brecha en la adopción de tecnologías emergentes sigue siendo considerable: apenas el 27% de las empresas utiliza inteligencia artificial de forma activa, un 46% está en proceso de implementación y un 23% apenas en fase de planeación (Foundry). Esto demuestra que no basta con incorporar nuevas soluciones: es fundamental contar con una hoja de ruta clara que permita escalar y capturar valor real.

Es aquí donde la visión del CIO se vuelve decisiva. Como señala Rodríguez, el rol de estos líderes consiste en articular riesgos, oportunidades y metas con una mirada estratégica que atraviese todas las áreas de la organización: “Se trata de identificar los riesgos y oportunidades con el cliente o usuario final en el centro, y a partir de ahí construir un plan que conecte la tecnología con las metas del negocio. En ese camino, la ciberseguridad se convierte en un jugador transversal que debe acompañar todas las decisiones.”

Talento y competitividad en juego

Más allá de la estrategia tecnológica, el talento se ha consolidado como un factor crítico. Casi dos tercios de los ejecutivos reconocen que atraer perfiles especializados en analítica y ciberseguridad sigue siendo un desafío. La falta de capacidades adecuadas limita la velocidad de transformación y aumenta la dependencia de aliados estratégicos capaces de acompañar este proceso. A esta realidad se suma que el 39% de los CIOs afirma que la escasez de habilidades los obliga a desviar tiempo y energía de tareas estratégicas e innovadoras, lo que ralentiza la transformación (Foundry).

Las áreas más demandadas son ciberseguridad (42% de las organizaciones busca fortalecerla), inteligencia artificial y machine learning (39%), y ciencia de datos (32%) (Foundry). La capacidad de atraer y retener estos perfiles será determinante para acelerar el cambio y capturar el verdadero valor de la tecnología.

Bajo este panorama, la competitividad ya no se mide únicamente en productos o servicios, sino en la capacidad de las organizaciones para adaptarse y reinventarse con rapidez y propósito. En esa transformación, el CIO dejó de ser un rol silencioso para consolidarse como el líder que conecta innovación, estrategia y negocio.