La digitalización de las compañías y el auge del teletrabajo han cuestionado la viabilidad de continuar operando bajo un modelo tradicional que busca retener el talento solo desde la compensación económica, cuando la pandemia evidenció que los colaboradores quieren -cada vez más- cumplir con los objetivos operativos sin dejar de lado su vida personal y con un horario mucho más flexible. 

La inflación en el país está afectando el bolsillo de los colombianos, principalmente el de aquellos que pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. De acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la inflación anualizada para abril ascendió a 9,23%, lo cual está acrecentando la incertidumbre al interior de las familias en Colombia.  

Con el auge del teletrabajo, durante el último año, 21 millones de colombianos afirman haber extendido sus jornadas laborales, dando como resultado un exceso de más de 40 horas de trabajo a la semana (según cifras del Dane). 

Esto ha traído como principal consecuencia un repunte en las enfermedades mentales que aquejan a los trabajadores en el país, pues datos otorgados por Momentu así lo confirman al evidenciar que en Colombia el 60% de los empleados sufren de ansiedad, estrés o depresión.