Navegar la volatilidad: las cuatro tendencias importantes que deben considerar las empresas
Las empresas enfrentan un mundo fragmentado y desafiante. Aon destaca cuatro tendencias clave: comercio, tecnología, clima y fuerza laboral.
Miércoles, Enero 15, 2025
En un mundo donde la regla es la incertidumbre, se torna esencial para las compañías definir un rumbo claro para los próximos años, en pos de volverse más resilientes y sólidas frente a los vaivenes globales. Temas como los riesgos en la cadena de suministro global o la inseguridad climática configuran un escenario cada vez más complejo y desafiante.
En este sentido, desde Aon hemos detectado cuatro grandes tendencias sobre las que las empresas deberán prestar atención y poner todos sus esfuerzos para crear estrategias a corto y largo plazo: el comercio, la tecnología, el clima y la fuerza laboral.
Vivimos en un planeta cada vez más fragmentado, con estrés en las cadenas de abastecimiento. Un dato a tener en cuenta es el constante aumento del número de nuevas restricciones al comercio mundial: en 2023 se impusieron más de 3.000, frente a unas 650 introducidas en 2017. El comercio se vuelve así cada vez más complejo, con distintos aspectos que se mueven en forma interconectada, como la inestabilidad geopolítica, la inflación, el cambio climático, la fluctuación monetaria y la disponibilidad de fuerza laboral.
Por otro lado, las organizaciones deben abordar cuanto antes el tema de la tecnología, que se está acelerando a un ritmo que no tiene precedentes, con innovaciones a diario relacionadas al avance de la inteligencia artificial que superan cualquier límite del espacio digital tal y como lo conocemos. Cuestiones como la propiedad intelectual como un activo, el impacto de estos cambios en el trabajo y la exposición a nuevos riesgos deben ser tomadas muy en serio por los líderes de las compañías y sus equipos. De hecho, de acuerdo a la Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2023 confeccionada por Aon, los ciberataques ocupan el cuarto puesto del ránking de los diez principales riesgos comerciales para las empresas colombianas, y está entre las cinco amenazas más importantes en el corto plazo.
El clima es otro de los temas relevantes que demandan un abordaje serio por parte de las organizaciones. De acuerdo con el más reciente reporte sobre Catástrofes Climáticas, se registraron pérdidas económicas por $258.000 millones por desastres naturales en los primeros nueve meses del año. Además, según la Encuesta de Gestión de Riesgos Globales previamente mencionada, cuatro de los diez principales riesgos en Colombia (interrupción del negocio, riesgo de precio de las materias primas/escasez de materiales, flujo de caja/riesgo de liquidez, y fallas en la cadena de suministro o distribución) se pueden ver afectados por el clima. En este sentido es clave que las organizaciones y las empresas asuman el desafío de construir estrategias de gestión de riesgos a largo plazo, usando herramientas para establecer diagnósticos y modelos predictivos que permitan estar preparadas frente a estas situaciones con antelación.
Por último, el tema de la fuerza laboral global exige pensar en el bienestar de los equipos de otra forma, en un contexto en el que, de acuerdo a nuestros análisis, el 51% de los empleados dicen que están buscando un nuevo trabajo, mientras que la especialización es cada vez más sofisticada: la proporción de empleos altamente calificados ha aumentado un 25% en las últimas dos décadas. Atraer y retener talento a futuro requerirá redefinir toda la estrategia de capital humano, con foco en la motivación y la construcción de una vida laboral más sostenible, con ambientes laborales positivos, que permitan generar oportunidades de crecimiento a nivel profesional y personal.
No debemos perder de vista que se trata de cuatro grandes tendencias que están conectadas, por lo que las organizaciones no deben considerarlas en forma aislada. Para poder atravesar la complejidad del mundo actual y desbloquear oportunidades es necesario abordarlas cuanto antes y trabajar en una hoja de ruta que los prepare para los próximos años. Navegar la volatilidad no es más un gran desafío de las empresas a futuro, sino a presente.