"No te asocies con un amigo", decían
Esa fue la primera frase que muchas personas me repitieron en el momento que decidí emprender con mi mejor amiga.
Lunes, Mayo 20, 2024
Estábamos en quinto semestre de la universidad y decidimos comenzar un negocio de ropa. En su momento no le di mayor importancia a esa frase, pero con el tiempo entendí que de tener una buena o mala relación con mi socia dependía el éxito del negocio.
Dos personalidades diferentes, no pisarse las mangueras y un ego miniatura son los tres pilares de la gran relación que tenemos María Paula Ramón (mi socia) y yo.
Empecemos describiendo los personajes detrás de la historia. María Paula, una persona creativa, con alma de diseñadora pero administradora de profesión, despistada por momentos pero con una capacidad única de verle lo bueno a cada cosa y vivir todos los días como si fuera el mejor de su vida.
Por otro lado estoy yo, María Carolina, una persona práctica, experta en resolver problemas y apasionada por cada proyecto, impaciente porque las cosas pasen ya pero con un don para planear cualquier proyecto con un nivel de detalle impecable. No cabe duda que somos polos opuestos pero que nos complementamos a la perfección.
“No pisarse las mangueras”, un dicho coloquial pero que cobra toda la importancia en nuestra relación como socias. Desde el primer momento cogimos una hoja en blanco y cada una escribió las tareas que más le gustaban hacer, en las que era buena y no quería soltar.
Claro está, que también había una buena parte de la lista que eran las tareas que odiábamos pero esas se iban a delegar eventualmente. En ese momento entendimos cuál era el enfoque de cada una. Aprendimos a soltar y confiar plenamente en la otra. A opinar pero siempre respetando quien tenía la última palabra dependiendo de la situación.
Y finalmente, aprendimos a vencer al peor enemigo que uno puede tener en una sociedad: el ego. Cuando uno entiende que la decisión que se tiene que tomar, o el comentario que se debe hacer, no se tiene que basar en lo que uno piensa, quiere o siente sino en pro a algo superior (en este caso la marca) todo cambia.
Las conversaciones se sienten diferentes. Los resultados llegan de otra manera. Los problemas se afrontan desde otro lado. Y puedo decir que se encuentra la paz y tranquilidad de que se está haciendo lo correcto.
Y sí, hoy en día puedo hablar desde el privilegio que es tener una relación impecable con mi socia y mejor amiga, los envidiosos no me creerán que no hemos tenido la primera pelea, pero también después de 6 años soy consciente del riesgo que fue asociarme con ella.
En caso de que no sepas tener una relación sana, yo también te digo: no te asocies con tu mejor amigo o amiga.