Temporada de premios

Temporada de premios: ¿reconocimiento genuino o negocio lucrativo?
Mario Suárez

Mario Suárez

Advertising | Marketing | Digital | Social Media | Consultancy | Planning | Strategy

La “temporada de premios” - como se le conoce a estos días en los que hay múltiples eventos de premiación del cine - este año se abrió a principios de enero con los Golden Globes y finaliza el próximo domingo 10 de marzo con los Oscar's.

 

Casi todas las profesiones e industrias tienen sus propios premios, que culminan siempre con una velada de entrega de estatuillas donde se reúnen las personalidades más importantes para celebrar. La razón de ser de estos, es exaltar y reconocer el trabajo de la misma industria, de tal forma que se genere una dinámica de competencia y reconocimiento adicional al día a día. Los premios Nobel, por ejemplo, fueron creados en 1895 en Francia, como una forma de reconocer la importancia a nivel mundial de artistas, científicos, académicos y diplomáticos que trabajan por una mejor sociedad.

 

Como absolutamente todo lo que involucre reconocimiento, lucro y fama, también tienen sus inconvenientes, escándalos y corrupción, especialmente cuando es la subjetividad y la opinión de unos pocos la que prima en la elección de los ganadores. Pensemos que nadie discute sobre el ganador de los 100 metros planos en los Olímpicos, pero sí en muchas ocasiones sobre los ganadores en las pruebas de gimnasia que son decididos por jueces.

 

La premiación y el reconocimiento en general en la vida es muy importante, da visibilidad a lo que mucha veces no se ve, motiva a trabajar más duro y crea hitos en las carreras profesionales de grandes personajes, además de alimentar el ego. Es bien sabido que una de las principales razones que motivó a Michael Jackson a componer y grabar el Thriller -el álbum más vendido de la historia- fue porque su predecesor -el Off the Wall- ganó tan solo un Grammy.

 

En la industria publicitaria - que entre otras cosas, es la segunda industria más “auto premiada” después del cine - tiene premios para todos los gustos, colores y sabores. Representan un punto de discusión interesante dentro de la misma, pues para muchos los premios son lo más importante, incluso más que la labor primaria del trabajo publicitario en sí. Cannes Lions y Effie Awards (dos de los premios más importantes, uno de creatividad y otro de efectividad respectivamente), representan la razón de ser para muchas empresas y personas dentro de la industria publicitaria basando todos sus esfuerzos en únicamente obtenerlos.

 

Lo que sí es muy cierto, es que los premios de manera indirecta, generan un sobre esfuerzo en el trabajo y obligan a llevar el mismo más allá de la milla extra, incluso a un terreno en el que no tiene cabida la aplicación en el día a día. Mucho de lo que vemos en los premios, no representa lo que se hace diariamente con las marcas, por lo tanto no es lo que mueve el negocio de los clientes, ni lo que se supone es para lo que se contrata una agencia, pero sí representa llevar la comunicación un paso más allá, mostrar innovaciones, nuevas formas de hacer comunicación y de llamar la atención, aspectos que serán involucrados en el futuro cercano de industria. 

 

Como la Fórmula 1, que hace que las marcas de carros tengan que desarrollar innovaciones impensadas para llevar los carros a un siguiente nivel de velocidad, de seguridad y desarrollo, algo que no se ve en los carros que se venden actualmente y que vemos en las calles, pero sí algo que indudablemente hará que los carros que compremos mañana, sean más eficientes y más seguros. 

 

El problema, cuando se persigue únicamente el premio por el premio y no el trabajo que se supone es el que motivó a la creación del mismo y el reconocimiento.

 

Como espectadores, los premios brindan la posibilidad de ver nuevas formas, nuevos talentos, nuevas opciones y nuevas expresiones que de no ser por el boom que generan, nunca nos hubiéramos dado por enterados que existen. En mi caso, fue gracias a la presentación en los últimos premios Grammy de Tracy Chapman que descubrí a Luke Combs, un cantante nuevo para mí en un género del que había escuchado muy poco.

 

Pasa igual con los Oscar 's que junto con las películas que fueron taquilleras del año pasado y ganaron millones de dólares, también encontramos otras que no tuvieron el mismo impacto mediático y que no llegaron a todos los países y fue gracias a estos premios que las podemos ver en cartelera en nuestras ciudades.

 

Así, los premios no dejan de generarme dudas.

¿Son una necesidad complementaria a cada industria en sí?

¿Son una forma más de negocio alternativo y recíproca para cada industria? 

 

No abandona de mi cabeza la idea de que fue gracias a una bofetada probablemente planeada en plena entrega de premios Oscar, que el mundo retomó el interés en estos premios y de paso por mundo del cine que por unos días perdió la masiva atención a la que está acostumbrada.

 

Ya veremos con qué nos sorprenderemos el próximo 10 de marzo desde Hollywood cuando escuchemos hasta el cansancio: And the winner is…