Carta al CEO
Prudencia macroeconómica y un crecimiento menor de lo esperado
La imagen perfecta de una economía sana es aquella que representa el crecimiento del PIB Nacional, pero ésta se trastorna cuando tras apenas tres meses resulta una cifra menor a la esperada.
Martes, Mayo 16, 2023
Por: Pablo Morales Mosquera; editor Revista C-Level.
A tan sólo nueve meses, la econometría practicada por algunos de los más cautos, indica que los índices no están en el peor de los escenarios, pero podrían estar mucho mejor. El primer trimestre del año fue muy regular para la economía. A pesar de que se registró un crecimiento de 3% en el Producto Interno Bruto (PIB), éste resultó muy inferior al pronosticado por los analistas que lo ubicaban cerca de 4%.
Pero, ojo, cifras como éstas distraen a los más desprevenidos. El Indicador de Seguimiento Económico del DANE sugiere una caída en marzo con respecto a enero y febrero, pero el único renglón con resultados negativos fue la construcción, mientras el sector financiero jalonó la economía.
Despista aún más que en los tres primeros meses de este año el crecimiento representó una producción de $384,3 billones, frente a los $337,8 billones del mismo período en 2022. Pero la atención se la debe llevar la cifra de crecimiento porcentual que se tasa siempre sobre los resultados de los meses anteriores. El primer dato de 2023 es bastante menor si se compara con el mismo periodo del año anterior, cuando en términos del aumento en contraste, alcanzó 8,2%; 5,2 puntos por debajo del actual. No obstante, si se compara con el cuarto trimestre del año pasado, de octubre a diciembre de 2022, las cosas no se ven tan mal, cuando solo subió 2,1%.
La marcha económica del año en curso va a un ritmo de 2,1%; en enero 4,8%; febrero 2,4% y marzo 1,65%. ¿Prudencia macroeconómica o simplemente un crecimiento menor de lo esperado?
El sector con mayor fortaleza, encargado de aportar un punto porcentual de los resultados reportados por el DANE, fue el financiero, y en concreto, las actividades de aseguramiento e indemnizaciones. Le siguen las actividades artísticas y de entretenimiento, con 0,7 puntos.
Si bien todos los sectores tuvieron un comportamiento en terreno positivo, la construcción sobresale porque fue la única actividad en rojo al caer 3,15%. Y esto se traduce gracias a la errática política de la junta del Banco de la República de mantener las tasas de interés al alza. El comportamiento de la economía puede rotularse entonces, como bueno para los bancos y muy malo para las constructoras.
Pero el ciudadano de a pie también se ve afectado. Otro de los lunares en el crecimiento es el sector agropecuario, que apenas se expandió 0,3%; cifra que no resulta justa si se evalúa la inmensa demanda de alimentos y los altos precios en los productos del agro que van a destinos internacionales, como café, flores, bananos y otras frutas.
A lo que se le debe sumar, por supuesto, la inoperancia del Gobierno actual ante su ausencia de apuestas por un crecimiento realmente sostenible de la economía a nivel macro; debería ser capaz de generar más empleos formales y de sostener la tributación.
Finalmente, la imagen del legado macroeconómico del Gobierno, constituye un hecho que hace unos meses se explicaba por la entrada de la nueva administración, y el lapso prudencial que se le da al despegue de las obras públicas, pero que más de un analista mira de reojo. ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar un despegue prudente?