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Salud mental en empresas: solo 12% mide el agotamiento

Un estudio de Mercer Marsh Beneficios revela que aunque 6 de cada 10 empresas priorizan la salud mental, pocas miden y gestionan el agotamiento laboral.
Martes, Octubre 7, 2025

La salud mental se ha convertido en un eje estratégico para las organizaciones en América Latina, pero aún existe una gran brecha entre la intención y la acción. Según el informe “Redefiniendo la Salud Mental 2025” de Mercer Marsh Beneficios, el 58% de las empresas en la región afirma priorizar la salud mental dentro de sus planes de negocio, aunque solo el 12% mide o gestiona eficazmente el agotamiento laboral, uno de los principales riesgos psicosociales en el trabajo.

Salud Mental: Brecha entre conciencia y acción en bienestar mental

El estudio, que encuestó a 746 organizaciones en México, Brasil, Colombia, Perú, República Dominicana, Panamá, Chile, Argentina, Uruguay y Puerto Rico, advierte que el 55% de las compañías no cuenta con datos recientes sobre el bienestar emocional de sus colaboradores.

Esto limita su capacidad para tomar decisiones informadas, pese a que el 45% realiza estudios periódicos sobre salud mental.
Además, solo el 37% implementa acciones concretas derivadas de esos diagnósticos.

“Aunque la salud mental en el lugar de trabajo está en la agenda principal de los negocios, persisten desafíos significativos para gestionar eficazmente la depresión, la ansiedad y el agotamiento”, explicó Ariel Almazán, Líder de Consultoría en Salud para Mercer Marsh Beneficios Latinoamérica y el Caribe.

El experto subraya que integrar la salud mental en la estrategia empresarial, junto con el uso de tecnologías avanzadas y mediciones continuas, es clave para construir organizaciones resilientes y sostenibles.

El costo del agotamiento laboral

Más allá de lo humano, el impacto financiero del deterioro mental es contundente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se pierden 12 mil millones de días laborales al año por depresión y ansiedad, lo que representa cerca de 1 billón de dólares en productividad.
De hecho, los costos anuales de un trabajador con depresión pueden ser hasta 4,2 veces mayores que los de uno sin afectaciones mentales, considerando gastos médicos, farmacéuticos y por discapacidad.

Estos datos confirman que invertir en salud mental no es un beneficio, sino una estrategia económica que impacta directamente la eficiencia y competitividad de las empresas.

Tecnología y gestión emocional: una oportunidad desaprovechada

El informe también revela que el 95% de las organizaciones ya utiliza plataformas digitales para apoyar la salud mental de sus empleados, aunque solo el 5% emplea inteligencia artificial para optimizar los programas de gestión emocional.
Este hallazgo refleja un amplio potencial para la automatización y personalización del bienestar corporativo, así como la necesidad de establecer controles más rigurosos: apenas el 54% verifica los perfiles profesionales y permisos de quienes ofrecen atención psicológica en línea.

Por otra parte, apenas el 23% de las compañías evalúa la salud psicológica en los procesos de reclutamiento y el 7% no aplica ningún tipo de herramienta de medición, lo que deja vacíos en la detección temprana de riesgos mentales.

La salud mental ya no puede verse como un tema “blando” dentro de las organizaciones. El estudio de Mercer Marsh Beneficios deja claro que la gestión emocional es un factor de productividad, reputación y sostenibilidad, y que las compañías que aprendan a medir, analizar y actuar sobre los datos