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Asopartes alerta: más de 27.000 vehículos y motos hurtados en Colombia en 2025
Entre enero y julio se robaron 19.638 motocicletas, 5.100 vehículos y 2.900 autopartes. El mercado ilegal mueve $410.000 millones y amenaza la seguridad vial.
Martes, Septiembre 16, 2025
El hurto de vehículos, motocicletas y autopartes mantiene cifras críticas en Colombia y alimenta un mercado ilegal con graves impactos económicos y de seguridad. De acuerdo con datos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (SIEDCO), entre enero y julio de 2025 se reportaron 19.638 motocicletas, 5.100 vehículos y 2.900 autopartes robadas, con un impacto estimado de $410.000 millones.
Auge del mercado ilegal y contrabando
El robo de partes y piezas motrices se conecta con el contrabando. Según la DIAN, el 10% de los repuestos que ingresan al país lo hacen de manera irregular. Sobre un total importado de US$2.600 millones en 2024, aproximadamente US$260 millones habrían entrado por canales ilegales. Este mercado paralelo no solo erosiona el tejido empresarial formal, sino que también deteriora la seguridad vial y golpea el bolsillo de los colombianos.
“El circuito ilegal inicia con el hurto, se alimenta del contrabando y termina compitiendo deslealmente con el comercio formal. El resultado es doblemente grave: mayor riesgo en las vías por piezas sin certificación y menos empleo de calidad en talleres y fabricantes”, señaló Carlos Andrés Pineda Osorio, presidente ejecutivo de Asopartes.
Marcas y autopartes más afectadas
Los datos de la Asociación muestran que Toyota, Kia, Chevrolet y Mazda encabezan las marcas de vehículos más hurtados, mientras que en motocicletas la afectación recae principalmente en Bajaj y AKT. En autopartes, los productos más apetecidos por las redes criminales son:
Espejos laterales
Unidades de control electrónico (ECU)
Llantas
Estos componentes tienen alta rotación, fácil comercialización y márgenes atractivos, lo que los convierte en objetivos recurrentes del mercado ilegal.
Impacto económico y social
El auge de este circuito ilícito afecta directamente al comercio formal. Cada pieza robada o de contrabando significa una venta menos para los distribuidores legales, lo que deriva en menor flujo de caja, menos inversión en tecnología y reducción de empleos en la cadena del aftermarket. Además, los costos de los seguros tienden a aumentar y se frena la capacitación técnica en el sector.
Casos recientes evidencian la magnitud del problema: el 24 de agosto, en Bogotá, fueron hurtadas 986 baterías Willard en una bodega de Peláez Hermanos, un hecho que representó pérdidas de cerca de $800 millones y mostró la capacidad de las redes criminales para movilizar volúmenes significativos en corto tiempo.
Plan de acción contra la ilegalidad
Ante este panorama, Asopartes propone una estrategia en cinco ejes:
Control y trazabilidad: reforzar inspección en fronteras, bodegas y comercios, con serialización en partes críticas.
Compras seguras: promover la verificación de origen y certificación técnica internacional.
Judicialización efectiva: priorizar la receptación y desmantelar cadenas de distribución ilegal.
Cultura del repuesto legal: impulsar campañas ciudadanas, sellos de confianza y listas blancas de proveedores.
Empleo y capacitación: proteger puestos de trabajo con formación técnica en diagnóstico electrónico y seguridad activa.
Seguridad vial y legalidad como prioridades
La Asociación advierte que combatir el mercado ilegal no solo es un tema económico, sino también de seguridad vial y bienestar social. “Defender la legalidad es también defender la competitividad del sector motriz y la seguridad de los colombianos en las vías”, concluyó Pineda Osorio.