David Vélez: Inspirado por el Billonario que no fue

David Vélez, fundador y CEO de Nubank, ha sido una figura clave en la transformación del sector financiero en América Latina. En una reciente conferencia, Vélez reveló que uno de sus principales referentes es Chuck Feeney, conocido como "El billonario que no fue". Feeney, cofundador de Duty Free Shoppers, construyó una gran fortuna solo para donarla prácticamente en su totalidad de manera anónima. Este enfoque en la filantropía radical ha inspirado a Vélez a adoptar una visión de liderazgo que prioriza el impacto sobre la acumulación de riqueza.

Feeney, quien donó más de 8 mil millones de dólares, dejó una huella profunda al demostrar que el éxito verdadero no está en acumular dinero, sino en usarlo para generar un cambio positivo. Esta filosofía es lo que impulsa a Vélez en su rol en Nubank, donde el propósito no es solo crear un gigante financiero, sino democratizar el acceso a los servicios financieros en América Latina.

"La historia de Feeney es un recordatorio poderoso de que el liderazgo con propósito puede transformar el mundo", afirmó Vélez. Para él, el legado de Feeney va más allá de la filantropía; es un ejemplo de cómo un empresario puede usar su influencia para el bien común. Este enfoque ha llevado a Vélez a recomendar la lectura de "The Billionaire Who Wasn't" (El Billonario que no fue), como una fuente de inspiración para aquellos que buscan liderar con propósito.

"Nubank no solo trata de productos financieros; se trata de empoderar a millones de personas", dijo Vélez, destacando la misión de su empresa. Inspirado por la vida y el legado de Feeney, Vélez ha construido Nubank como una herramienta para democratizar el sistema financiero, un cambio significativo en una región donde las barreras al acceso financiero han sido históricamente altas.

La historia de Chuck Feeney es un modelo inspirador de liderazgo con propósito, y David Vélez, CEO de Nubank, ha tomado esa filosofía para aplicarla en su vida y su trabajo. Su ejemplo nos recuerda que el verdadero éxito no se mide solo por la riqueza acumulada, sino por el impacto positivo que generamos en el mundo.