
Innovación
VerdeVida: el modelo colombiano que mejora salud, hábitos y sostenibilidad en niñas
El proyecto VerdeVida logró transformar hábitos y reducir riesgos de obesidad en más de 200 niñas en Bogotá con un enfoque integral y replicable.
Martes, Julio 29, 2025
Más de 200 niñas y adolescentes de la localidad de Suba, en Bogotá, participaron en VerdeVida, un proyecto piloto que combinó salud, sostenibilidad y educación vivencial, con resultados medibles en hábitos alimenticios, actividad física y conciencia ambiental. Impulsado por la Fundación Santa Fe de Bogotá, la Fundación Otero Liévano y Novo Nordisk, este modelo logró reducir indicadores de riesgo nutricional y convertirse en una referencia para la intervención temprana en salud pública.
Los impactos más visibles se reflejan en el aumento del consumo diario de frutas (de 47,6 % a 61,4 %), la reducción de desperdicios alimentarios en un 49 %, el incremento del 5 % en capacidad física y una leve disminución de los niveles de obesidad. Además, se duplicó el tiempo semanal dedicado a la actividad física y se fortalecieron competencias STEAM mediante una estrategia educativa aplicada a huertas urbanas.
VerdeVida: Un modelo basado en ciencia del comportamiento
El diseño del proyecto partió del modelo COM-B (Capacidad, Oportunidad y Motivación para el Comportamiento), aplicando herramientas como aulas vivenciales, huertas urbanas, consultas nutricionales con entrevista motivacional, pausas activas, uso de tecnología, retos entre pares y cambios en la experiencia alimentaria diaria.
“VerdeVida ha sido mucho más que una estrategia de promoción de la salud: se ha consolidado como un modelo transformador, con metodologías innovadoras que van más allá de las intervenciones tradicionales”, señaló Omaira Valencia, subdirectora de Condiciones Clínicas de la Dirección de Salud Poblacional de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Impactos medibles en salud, bienestar y sostenibilidad
Estos fueron algunos de los principales resultados tras 12 meses de implementación:
Reducción de la huella de carbono por porción en 49 %, gracias a la disminución del desperdicio de frutas y verduras.
Incremento en percepción de autoeficacia alimentaria, que pasó del 85,4 % al 94 %.
Participación superior al 88 % en actividades como huertas, aulas vivenciales y deportes no convencionales.
Reducción de la obesidad y del riesgo metabólico en dos puntos porcentuales.
Satisfacción emocional positiva en consulta nutricional, con el 64 % reportando sentirse mejor tras la entrevista motivacional.
A pesar de los logros, el proyecto identificó desafíos persistentes, como el exceso de tiempo frente a pantallas, sin variaciones durante el ciclo de intervención.
Un modelo con potencial de expansión nacional
El 27 % de las niñas evaluadas inicialmente presentaba exceso de peso, una cifra superior al promedio nacional reportado por la ENSIN 2015. Tras la implementación, se observó una estabilización del estado nutricional adecuado y una leve disminución de la obesidad.
Para Patricia Field, gerente general de Novo Nordisk Colombia, este tipo de proyectos ofrecen un camino claro para la prevención de enfermedades crónicas desde la infancia: “VerdeVida demuestra que es posible generar un cambio real en la salud pública desde la infancia, con acciones sostenibles y comunitarias”.
Además, se incorporaron prácticas sostenibles como la recolección de agua lluvia, cultivo urbano para autoconsumo y participación familiar en la producción y consumo de alimentos saludables. Las niñas, además de modificar sus propios hábitos, se convirtieron en agentes de cambio en sus comunidades, como lo evidenció el concurso VerdeVida Chef.
Más allá de los indicadores, VerdeVida consolidó un entorno protector, educativo y sostenible para niñas de Bogotá, que hoy sirve como referente replicable para otras ciudades del país. Su enfoque integral demostró que la combinación de ciencia, comunidad y entorno puede cambiar trayectorias de vida y reducir riesgos en salud pública a largo plazo.