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El gran negocio de las fotomultas en Bogotá: Ganancias millonarias y falta de transparencia

El sistema de fotomultas en Bogotá ha generado ingresos millonarios, pero ciudadanos y expertos denuncian falta de transparencia y fines recaudatorios.
Jueves, Septiembre 19, 2024

Las cámaras de fotomultas en Bogotá, administradas por empresas como el consorcio ITS y Quipux, han generado un creciente malestar entre los ciudadanos. Aunque fueron implementadas con el objetivo de mejorar la seguridad vial, las cifras de recaudo millonario y las crecientes quejas sobre su operación han puesto en duda si su verdadero propósito es salvar vidas o aumentar los ingresos tanto de la ciudad como de las empresas contratistas.

Fotomultas en Bogotá: Un aumento exponencial en los Ingresos

El concejal de Bogotá Humberto 'Papo' Amín, a través de su cuenta de Twitter, denunció que el valor de los comparendos emitidos por fotomultas aumentó un 979% entre 2020 y 2023, pasando de $30,760 millones de pesos en 2020 a $332,000 millones en 2023. Esta escalada en las multas ha generado preocupaciones sobre si las cámaras están cumpliendo su objetivo original o si han sido transformadas en una herramienta de recaudación masiva.

"El valor de los fotocomparendo por exceder los límites de velocidad entre el 2020 y el 2023 AUMENTÓ un 979%. Pasamos de $30,760 millones en 2020, a $332,000 millones de pesos en 2023."Papo Amín, 16 de septiembre de 2024.

Las ganancias de las empresas operadoras

El modelo de concesión que rige el contrato con las empresas operadoras, como Quipux y el consorcio ITS, establece que estas compañías se quedan con aproximadamente un 10% del valor de cada multa​. Si tomamos en cuenta el recaudo total de 2023, esto significa que las empresas habrían ganado más de $33,000 millones de pesos en un solo año solo por operar las cámaras de fotomultas, lo que ha generado aún más sospechas sobre la naturaleza de este negocio.

Quejas y falta de transparencia

El aumento en las multas no ha venido sin críticas. Diversos sectores de la ciudadanía han señalado que las cámaras están ubicadas estratégicamente en puntos donde es más probable que los conductores excedan los límites de velocidad, en lugar de ubicarse en zonas donde realmente se puedan prevenir accidentes​. Además, Rodrigo Lara, excandidato a la alcaldía de Bogotá, ha calificado el sistema de fotomultas como un “negociado corrupto” y un “robo estructural”, cuestionando tanto el propósito de las cámaras como la forma en que se manejan los contratos​.

La falta de transparencia es otro de los problemas más preocupantes. A pesar de las altas cifras de recaudación y los millones de pesos que ingresan a las arcas del Distrito, no se ha aclarado suficientemente cómo se distribuyen esos recursos ni qué porcentaje exacto se destina a mejorar la infraestructura vial. Esto ha provocado un ambiente de desconfianza en torno al sistema de fotomultas, que muchos consideran injusto e ineficaz.

Un sistema que no cumple su propósito

A pesar de los ingresos millonarios, las cifras de siniestralidad vial no han mostrado una mejora significativa en las zonas monitoreadas por las cámaras de fotodetección. En algunas localidades como Suba y Chapinero, los accidentes fatales no han disminuido, lo que pone en duda la efectividad de estas cámaras para mejorar la seguridad vial​.

El sistema de fotomultas en Bogotá parece haberse desviado de su propósito original. En lugar de contribuir a la seguridad vial, se ha convertido en un mecanismo de recaudación millonario tanto para las empresas operadoras como para la administración distrital. Las crecientes quejas sobre su injusticia, la falta de transparencia en los contratos y la limitada reducción de siniestralidad exigen que se realicen auditorías y reformas al sistema.

La ciudadanía debe exigir mayor claridad y rendición de cuentas sobre este sistema, que hasta ahora parece estar más orientado a generar ingresos que a proteger la vida de los bogotanos.